El tema de la comida, la alimentación y la mesa, ha estado presente en la vida del costarricense, desde su diario vivir hasta en las más sofisticadas publicaciones, ocupando apartados menores, o mezclada en la economía o la cultura. Sin embargo, no es hasta ahora, más recientemente que a través de la historia del consumo del café de Patricia Vega y de lagunas publicaciones sobre la cocina regional como el libro de Marjorie Ross sobre la “Cocina Limonense , y “Al calor del fogón: 500 años de cocina costarricense”, que se evidencia un interés en describir la tradición culinaria del costarricense, más allá de su contenido nutricional o la recopilación en recetarios, sino, como forma de expresión cultural y por ende de nuestra propia identidad. Y nos preguntamos al observar la vasta producción sobre los temas culinarios de otros países, que si es que nuestra cocina es muy pobre, o es más bien pobre la investigación en este campo?
La comida del costarricense ha variado, el paso de los años vieron introducirse el arroz a nuestra comida, el pollo como la carne de mayor consumo y el pan prácticamente a desplazado a la tortilla. Si bien todos tenemos una opinión muy propia de lo que se consume a nuestro alrededor, poco conocemos de cómo ha variado el consumo de los productos principales en nuestro país, como la demanda ha producido cambios en el abastecimiento o a la inversa…Como son las variaciones de los precios de los productos, la producción y las consecuencias para los productores.
Este proyecto tiene entonces como objetivo principal de investigación: analizar los procesos socio-culturales y económicos que propiciaron los cambios en la mesa costarricense en el periodo 1850-1950.El tema privilegia un abordaje cualitativo, sin dejar de lado ciertos análisis cuantitativos necesarios para la comprensión global del mismo, abordaje cualitativo que va a utilizar la Teoría Fundamentada y el Enfoque de Las Representaciones Sociales.